Redacción de contratos laborales en Brasil
El contrato de trabajo es un acuerdo entre dos partes que convienen en que uno de ellos proporcionará al otro un trabajo a cambio de una remuneración. Esto con todos los derechos y las obligaciones que esto implica. Para el empleado implica, la obligación de entregar el trabajo previsto y el derecho a las vacaciones pagadas. Para el empleador implica la obligación de pagar el salario convenido, las cotizaciones a los seguros sociales u otras cosas como el rembolso des los gastos profesionales.
El sistema legislativo brasileño es muy amplio y cada campo se regula con leyes particulares a las cuales hay que atenerse durante la redacción de los contratos. Es aconsejable someterse al arbitraje internacional para la resolución de conflictos ya que los pleitos pueden llevar mas de diez años.
Las disposiciones legales rigen los contratos de trabajo, y los convenios colectivos y la negociación individual los complementan. Los contratos de trabajo pueden ser de dos tipos:
- Determinado: en el contrato figura la fecha de finalización.
- Indeterminado: el equivalente en el contrato indefinido español.
Las cláusulas que tienen que figurar en todo contrato son:
- Modalidad del contrato.
- Si es un contrato determinado, las fechas de inicio y de fin.
- Salario.
- Días y horario de trabajo.
- Periodos de descanso en la jornada y entre jornadas.
- Cargo que ocupará el trabajador.
- Fecha de admisión.
También puede haber cláusulas accesorias que traten de temas como las horas extras, los beneficios de la empresa (como por ejemplo, seguros sanitarios), la posibilidad de viajar, las posibles prórrogas del contrato, etc.
En caso de baja por enfermedad o accidente, las leyes de Brasil establecen la suspensión del contrato a partir del 16º día de baja. A partir de este momento, es el estado que paga una pensión llamada auxilio de doença, a través del programa de Previdência Social.
La legislación brasileña protege a los trabajadores brasileños frente a la llegada de trabajadores extranjeros. Así, por ejemplo, en una empresa no puede haber más de 1/3 de trabajadores de origen extranjero, ni sus salarios pueden exceder de un tercio de los beneficios de la empresa. La misma legislación garantiza la equidad entre los salarios de los trabajadores brasileños y los extranjeros.
Las leyes brasileñas estipulan también que los extranjeros tienen que tener un plazo de 90 días, contados desde su llegada al país, para inscribirse en el PIS-PASEP (seguro de desempleo) y obtener el CPF/MF (número de identificación fiscal).
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